miércoles, 1 de agosto de 2012

Vaquita de Lapataia


Vaquita de Lapataia

Tantas horas haciendo cola en la caja del supermercado y mirando fijo ese envoltorio tan adorable de Vaquita de Lapataia podían hacer adivinar que un día iba a caer. Y caí.

Vaquita de Lapataia


El sobre es tan adorable que da lástima abrirlo, pero no tanta lástima como para resistir la tentación de probar su contenido. Abierto el paquete, apareció un producto medio amorfo y no de muy buen aspecto. Estaba medio aplastado y un poco cubierto de algo entre blanco y gris. Casi ni lo pruebo porque no sabía si eran hongos (todavía no lo sé, pero al menos sobreviví el experimento y acá estoy contándolo).





Vaquita de Lapataia
Con buen o mal aspecto, me lo comí igual. Al fin y al cabo me debo a mis lectores del blog y me tengo que sacrificar. La verdad es que estaba riquísimo. Me arrepentí de no haber comprado más para verificar si todos lucían así. Me imagino que lo blanco grisáceo era lo azucarado del dulce de leche solido que recubre el dulce de leche del medio que es cremoso. Buena combinación y buen sabor. No es como otras barras de dulce de leche que son firmes y con la misma consistencia en todos sus puntos. La Vaquita es como el Ricardito, suave adentro y firme por fuera. Una delicia.

Me queda ir a comprar otros en otros lugares para verificar si todos se ven así o es en ese supermercado que venden algunos medio fallados. En cuanto termine con la fase 2 del experimento, informaré acá mismo.
De todas formas, me puedo imaginar adicta a las Vaquitas de Lapataia. No se verán muy lindas pero son un buen toque de dulzura.




Arte rupestre que muestra una nativa del lugar intentando meter una vaquita dentro de un sobresito e creando así la primera Vaquita de Lapataia.


   


Consumición: 1 barrita = $ 12

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